¡La incontinencia no es un problema!

Incontinencia no es problema
Salud

Sé que tener incontinencia urinaria es incomodo, te da miedo salir, reírte, hacer ejercicio, oler mal, o simplemente vestirse lindo y sexy. Hemos escuchado tantas cosas en torno a la incontinencia que nos da miedo aceptar la situación.

Siempre pensé que a mí no me pasaría, y que si llegaba a pasar, era porque estaría en una edad muy avanzada. ¡Pero no fue así!
A mis 45 años, en una etapa llena de energía y plenitud, descubrí que tengo incontinencia ligera…

Ha sido difícil. Al principio me deprimí, dejé de hacer mis actividades normales y me daba miedo salir, pensaba que si me llegaba a pasar en la calle la gente lo notaría y prefería quedarme en casa. No sabía qué hacer o a quién recurrir. 

Después, me puse a pensar que mi vida estaba en su mejor etapa, que no podía encerrarme en casa ni deprimirme, así que comencé a buscar soluciones.

Lo primero que decidí es que no usaría pañales; después pensé que tal vez las toallas sanitarias me servirían, pero la realidad es que no funcionaron. También pensé que hacer pilates me serviría, sin embargo, tampoco fue la solución.

Recordé que en algún momento una amiga había comentado algo sobre la incontinencia femenina. Había olvidado exactamente qué era, pero sabía que en alguna ida al café lo mencionó, así que le llame.

Cuando comenzamos a hablar sobre la incontinencia de orina me sorprendió que me dijera que ella tenía. ¡No me lo esperaba! Platicando más a fondo, me contó que pasó por lo mismo que yo, no obstante, al final descubrió que tener incontinencia no es el fin del mundo, y que con el aliado adecuado puedes salir, divertirte y disfrutar de la vida como si nada pasara.

¡Así fue como conocí Liberty! Una marca que tiene diferentes productos para la incontinencia en mujeres, ropa interior para la incontinencia que no se nota y toallas para la incontinencia.

Ahora sé que la incontinencia urinaria le puede pasar a cualquiera, no es exclusiva de cierta edad y tampoco es una razón para cambiar tus hábitos. Así que, ¡a vivir con libertad!